jueves, 8 de abril de 2010

Eric Rohmer: Cine y literatura

*Sebastián Morales Escoffier

La Cinemateca Boliviana organiza un ciclo dedicado al director francés recientemente desaparecido, Eric Rohmer. Rohmer es una de las figuras más emblemáticas de la nouvelle vague y su filmografía es bastante extensa. Lo que intento hacer en este texto es buscar los elementos formales de su cine. Así, por tanto, aquí no voy a analizar una u otra película del director francés, sino más bien, voy a dedicarme a ver las generalidades de su filmografía, sin citar ninguna película en particular.

El cine de Rohmer debe mucho a dos conceptos acuñados por Bazin. El primero de ellos es la preferencia del realismo en el cine. Bazin considera que el cine es por sobre todas las cosas un arte realista porque es el único (con la fotografía) que puede atrapar la realidad por medios mecánicos, en los que la mano del hombre tendrían poco que ver. Esta primera afirmación, está a medias, el mismo Bazin pone algunos matices, los cuales no nos interesan analizar aquí. Pero lo cierto es que el cine de Rohmer es de un realismo (entendiendo este como lo acabamos de definir), pocas veces visto. El trabajo de cámara (y el montaje) simplemente se limita a registrar las acciones, sus movimientos responden únicamente al movimiento de los personajes, la cámara no comenta y simplemente se da el trabajo de describir. Además, Rohmer, usa muy pocas veces los primeros planos, la cámara se acomoda donde mejor ve la acción y se queda ahí hasta que esta termina. Entonces ¿dónde se encuentra la expresividad necesaria para considerar el cine de Rohmer como arte y no un mero y sórdido “documentalismo”?

Es ahí donde entra el segundo aporte de Bazin en el cine de Rohmer. El teórico francés aboga por un cine impuro, es decir, un cine contaminado por las demás artes. Estas artes sólo pueden hacer que el nivel general del cine aumente. En el caso de la literatura por ejemplo, ésta le otorga al cine la posibilidad de hacer personajes y argumentos más interesantes y profundos. Así, para Bazin, es perfectamente aceptable “escribir una novela en el cine”.

Lo que hace Rohmer es escribir cuentos. No sólo porque es así como bautiza sus series de películas, (cuentos morales, cuentos de las cuatro estaciones, etc….) sino porque introduce la prosa en el cine. El fuerte de Rohmer se encuentra por tanto, en las palabras y ya no en las imágenes. Es un cine del diálogo, la cámara se libera de comentar lo que sucede en la acción (esto es algo que Rohmer criticaba del cine de poesía de Pasolini), para darles esa responsabilidad a sus actores.

Si bien el realizador propone un cine de prosa, eso no quiere decir que adapte cuentos a la imagen, sino que más bien, hace cuentos exclusivamente para el cine. Se dice que Rohmer concibió sus “cuentos morales” en una primera instancia como una novela, pero se dio cuenta que había ciertas situaciones que sólo podían ser narradas gracias a la imagen-movimiento. Así, el trabajo de Rohmer es exclusivamente cinematográfico (lo que se nota por ejemplo, en el uso excepcional del ritmo especial que tiene el cine), pero acopla lo literario en sus películas.

*Sebastián Morales Escoffier es crítico de la Revista Cinemas Cine

No hay comentarios:


I made this widget at MyFlashFetish.com.