lunes, 31 de mayo de 2010

La vida secreta de las palabras (crítica)


Rocío Ágreda

Después de su grandiosa película (al menos así la recuerdo) Mi vida sin mí (2003), Isabel Coixet estrena el 2005 La vida secreta de las palabras, una película ambiciosa que no llega a dar la talla de su propia ambición, y en la que no se alcanza la sutileza brutal de su anterior película.

En una especie de limbo, solitarios sobre un desierto marino, habitando una plataforma petrolera en medio de la nada, se hallan los personajes de esta cinta, se sabe de ellos que sufren, que sufren mucho y que "sólo quieren que los dejen en paz". El hecho de por sí no merece más atención: se nos presenta a los personajes, casi extras diríamos si no aparecieran con tanta frecuencia, que por una u otra razón se han exiliado en esta suerte de purgatorio. Todos sufren, de maneras veladas, oblícuas y hasta ahí bien; pero cuando el sufrimiento de Hanah (Sarah Polley) deviene paroxístico (en esos desconcertantes diez minutos de flagelación memorística durante los que por fin nos informa por qué sufre) el relato se cae, la gestión del silencio que al principio ya era muy artificiosa se torna francamente hostil.

Caigamos en cuenta de que la exploración estética nos da cierta medida de juicio crítico. Al parecer, la Coixet invierte mucha energía en una suerte de educación sentimental de sus espectadores, lo que no necesariamente la convierte en mejor directora, pero sí quizá en una sospechosamente comprometida. Trasladémonos al patético discurso ecologista del joven oceanógrafo que en vez de convencernos nos revela un facilismo en el tratamiento del tema, mostrando un heroísmo difícil de creer. "No sabía que todavía existían personas como tú" le dice la protagonista en un esforzado y cuasi lacrimoso gesto de reconocimiento.

El silencio es un tópico difícil, si se lo está explicitando siempre puede convertirse en una cuestión difícil de zanjar. Cinematográficamente hay ejemplos impresionantes, pero no se trata sólo de dejar la cámara fija sobre un actor volcado hacia interiores insondables. O hacer tomas tediosamente lentas de un sujeto jugando baloncesto bajo la lluvia.

Da la impresión que en esta película el drama humano, la peripecia del personaje de Hanah es usado de una manera grotesca, por supuesto que la memoria es importante: no olvidar se ha convertido en un sostén de las generaciones agraviadas por la guerra, la dictadura o el holocausto; pero hay algo en el tratamiento de este drama en particular que no alcanza a conmover, si ese es el sentido de tanta explicitación del dolor. Las explicaciones son teóricas, otra vez, las ambiciones de una Coixet, gran lectora de Berger, no logran dar la talla. "La vergüenza de los supervivientes" dice la analista de Hanah (casí pensé en un libro bellísimo de Primo Levi: Si esto es un hombre). Sin embargo, cinematográficamente Coixet no logró mostrar esa vergüenza, sólo se ve a una actriz que sufre mucho y calla hasta que las palabras se revelan como si revelaran el horror mismo y sólo después de esa explicación minuciosa de la analista, el drama adquiere proporciones estéticas: la teoría es bella, pero en un libro.

La gran tentación es la de llorar, como lo hace Tim Robbins, llorar es un compromiso con la propia moralidad, llorar en el fondo nos hace sentir que somos buenas personas; no me importa hacerlo con una mala película hollywoodense pero llorar con esta película no sería tan inofensivo. Se interpone un discurso muy denso, sólo está la perplejidad creando una resistencia estética implacable.

En fin, el lirismo y las pretenciones le juegan a esta película una mala pasada, tenía de todo para ser una gran película: una gran idea, locaciones impresionantes, grandes actores, una directora inteligente con un gusto musical impecable. Fallaron las palabras y demás está explicitar su impertinencia casi aterradora en esa voz en off infantil-extraña y perturbadora que abre y cierra la cinta- y que casi nos hace dudar de un final feliz.


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lunes, 24 de mayo de 2010

Humillados y Ofendidos: Día de la Indignidad Nacional

DESHUMANIZACIÓN (INDIGNIDAD Y VERGUENZA) *

Por: Sergio Zapata

El pasado 24 de mayo de 2008, azuzados por la elite política local centenares de estudiantes universitarios, golpearon, vejaron y humillaron a docenas de personas, deshumanizándose y deshumanizándonos a todos, como ocurre en cada acto de violación a la condición humana.

La cinematografía de Bolivia, ficcional y siempre distante de la humanidad (del humanismo) y que mas bien privilegia la especificidad concreta, localizable, aprensible y en ultimo término cosificable, jamás se sensibilizó con la humillación, más aún cuando ésta es ejecutada entre civiles.

Quizás en el cine de Sanjines hay una aproximación a la representación de la humillación en el estricto sentido de deshumanización. Sin embargo, esta aproximación es de orden político en tanto se revisa las relaciones de poder del Estado con una colectividad. Solo con Humillados y Ofendidos de César Brie (2008) es que la no ficción toma un elemento violento extraído de la realidad en su propia realización, con la documentación visual cronológica minuto a minuto, desde varios registros en los que no se privilegia una mirada, sino que se extrae la violencia desde la masa que la ejecuta.

Con Humillados y Ofendidos, el documentalismo boliviano se politiza y a la vez se universaliza, puesto que se ampara en la base de los derechos fundamentales. La mirada de Brie se posiciona sobre la vida, sobre la vivencia política de una colectividad amedrentada y secuestrada, acusada de mancillar, sólo por su existencia y presencia, el orgullo y la dignidad de otra. Además la politización, en clave universal, se refiere a que busca esclarecer, identificar, y visibilizar un acto que no se presenta aislado, sino que responde a la coordinación, planificación sistemática y racional de un ejercicio de racismo y de odio, vinculado como siempre, a una elite política cuyo móvil es tan elemental como la acumulación de poder.

Para Brie, los hechos acaecidos en Sucre, capital constitucional de Bolivia, develan mediante la acción colectiva cierta cultura política de una sociedad que ha cosificado ciertas practicas de relacionamiento social. Para el director ese es el rol político de su obra: la visibilización de la deshumanización de ejecutores de la vergüenza y la deshumanización de las victimas del ejercicio racista.

Esta empresa, deshumanizante porque goza de planificación y responde al principio de eficacia, se desarrolló en el espacio público, lugar por antonomasia de la política, en tanto lugar de acción para perpetuar el gesto simbólico más violento de la primera década del siglo. La plaza principal, ahí donde se fundó la Republica es el escenario. La acción: desclasar, mediante la negación publica de la adscripción social, colonizar, mediante la negación pública en el despojo de las vestiduras, y deshumanizar a partir de la negación publica de la adscripción política. En otros términos, arrebatar la identidad, arrebatar la ciudadanía para con ello arrebatar la humanidad. (Para arrebatar la humanidad no es necesario arrebatar una condición biológica como la vida).

Brie en el documental Humillados y Ofendidos no reconstruye estos hechos, sino que mediante una colección de imágenes, que siguen una línea cronológica documentada por toda la prensa nacional, presenta paso a paso, como se sucedieron los hechos de deshumanización que nos avergonzaron a todos.

(*)Extracto del artículo La verdad no necesita ensayos. Sobre Humillados y ofendidos de Cesar Brie, publicado en la Revista on-line Cinemas Cine Nº 10 por Sergio Zapata (Miembro del Consejo Editorial).

Último tren a Lhasa (crítica)






Claudio Sánchez



Último tren a Lhasa es una película que invita a pensar sobre una situación más allá de lo que se puede decir explícitamente dentro de la propuesta formal y su apuesta por documentar un viaje al corazón mismo del Tíbet. Como advertencia inicial el film nos dice: “Este documental muestra las impresiones recogidas por un grupo de 5 jóvenes españoles que viajaron en este tren” (de Beijing a Lhasa).

Como antecedentes podemos mencionar un contexto específico en el que se va desarrollar el rodaje (ilegal y a escondidas) del documental: es la época previa a las Olimpiadas de Beijing 2008, donde, más allá de lo deportivo, la atención se centró en cómo se abriría China a la presencia de tanta prensa internacional que se desplazó para cubrir la cita mundial. El verdadero juego político estaba centrado en qué mostrar al mundo. La gran polémica comenzó cuando el ya tradicional recorrido de la antorcha olímpica empezó, ya que se trataba de una acción que no estaba iluminada de la alegría internacional, sino de grupos de activistas pro-Tíbet que intentaban apagarla como una forma de protesta. Los tibetanos encontraban en estas manifestaciones la posibilidad de decir al mundo que algo no estaba bien en la China olímpica, la China comunista, aquel país de la economía mixta que es aún un enigma para occidente.

En la película vamos a acompañar al grupo de jóvenes en su recorrido por el tren más alto del mundo, pero a diferencia de una guía turística donde se pondera lo simpático sobre lo real, en el documental de Panadero vemos una realidad diferente, que sin embargo se mantiene como aquello que quieren mostrar los documentalistas, sesgando la mirada sobre lo que es de su interés. El trabajo infantil, el control chino sobre la población tanto nacional como extranjera, el conflicto interno que sostienen con el Tíbet hace más de 50 años, todo esto se presenta desde un punto de vista que parece no entender el contexto, ni tampoco a lo que en verdad se están enfrentando. Es muy fácil señalar con el dedo lo que está mal y hacer reflexiones sobre la realidad ajena, pero quién puede decir lo que está mal y lo que está bien, ¿es acaso el documentalista un ser que puede acusar? La ética de los realizadores es uno de los cuestionamientos que permanece cuando Último tren a Lhasa termina.

En el documental seguimos desde una cámara oculta algunas situaciones que impactan a los realizadores, y por las dificultades que ellos tienen para poder captar ciertas imágenes se va reduciendo el panorama, que es más pequeño de lo que imaginamos desde que empezamos a adentrarnos en la historia personal de los jóvenes españoles (estos exploradores de realidades diferentes), un equipo que carece de la seriedad periodística, pero que sin embargo desde su crónica muestran al Dalai Lama y otros personajes del exilio como las únicas víctimas de un conflicto interno que no se presenta como algo completo, sino más bien como un fragmento propagandístico.

Vuelvo a la figura del Dalai Lama, ese hombre que parece mítico, ese personaje al que enaltecen en el documental desde el Tíbet y también en Barcelona. Ese hombre es el mismo que se reunió un tiempo antes de las Olimpiadas en la Casa Blanca de Washington D.C. con el entonces presidente de los Estados Unidos George W. Busch, aquel cretino que impulsó la invasión a Irak que mata a tantos niños, a tantos hombres y mujeres, generando una guerra de la que aún los aliados no pueden salir y en la que aún no se logra el objetivo: de la victoria final. Ese hombre que quiere la paz para su pueblo le da la mano a quien nunca quiso la paz en el mundo, y eso no se lo dice en Último tren a Lhasa.

La invitación a adentrarnos en una realidad desconocida es una de las propuestas del documental, y ante esto poco se puede decir. El cine permite que en el espectador despierte la curiosidad por un mundo que está más allá de lo que conocemos y sabemos. Desde su origen, el séptimo arte ha utilizado al ferrocarril como un emblema del desarrollo y el descubrimiento de nuevos horizontes: con La llegada del tren de los hermanos Lumiere, la presencia del ferrocarril sorprendió al público en general, por eso resulta interesante la propuesta de viajar a través de las montañas para abrir los ojos a un mundo que parece estar perdido en algún remoto lugar.


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viernes, 21 de mayo de 2010

Cristian Mercado: el actor boliviano que suena y truena en el exterior


El film Contracorriente, del peruano Javier Fuentes-León ha ganado una serie de premios de la audiencia en festivales internacionales, como Sundance y Montreal.

La película ha dado a conocer más del trabajo del actor boliviano Cristian Mercado, quien co-protagoniza la cinta junto con el colombiano Manolo Cardona y la peruana Tatiana Astengo. Contracorriente ya ha sido estrenada en Colombia y en nuestro medio la distribuidora Yaneramai dio a conocer que ya está en conversaciones para estrenarla.

Mientras tanto, compartimos con ustedes una entrevista que Caracol TV, a través de su portal en Internet, hizo a Mercado después del estreno de la película en las principales ciudades de Colombia.


Cliquea aquí para ver la entrevista.



miércoles, 19 de mayo de 2010

Cannes 2010: Octubre (Perú) en Un certain regard




Octubre, ópera prima de los peruanos Diego y Daniel Vega, es una de las películas latinoamericanas que integran la selección oficial del 63º Festival de Cannes. Resultado de un proyecto de varios años, el largometraje se estrena hoy 19 de mayo en la sección ‘Un Certain Regard’, sección consagrada al trabajo de nuevos talentos del cine mundial.

A continuación, reproducimos una entrevista de Camila Moraes de Latam Cinema con uno de los directores: Diego Vega.


¿Qué trabajos te marcaron más en tu carrera cinematográfica antes de rodar Octubre?

Una vez codirigí un cortometraje con un amigo venezolano, Oscar Camacho, en la Escuela de Cine de Cuba (EICTV). El corto fue un intento fallido de adaptar "El artista del hambre" de Kafka y, aunque no quedó muy bien, pasaron cosas extrañas y divertidas durante el rodaje. La historia giraba en torno a un vendedor de carne de cerdo encerrado en su casa, o sea que la producción (como la historia) giró más o menos en torno a ese cerdo. Teníamos muy pocos recursos y nos pusimos a buscar un cerdo que compramos vivo, porque era más barato que comprarlo muerto. Le pedimos a un experto que lo sacrificara y lo limpiara para luego poder venderlo como alimento. El valor del cerdo -muerto y limpio- aumentó, con lo que la producción pasó a tener superávit. Luego, como los actores y en general todo el equipo estaba con problemas económicos, aceptaron que se les pague con carne del cerdo. Pero como era mucha carne, un vendedor de carne nos tuvo que esperar fuera del estudio a que terminaran las tomas del cerdo que habíamos tenido que organizar primero para evitar que la carne se pudriera. Así, sin habérnoslo propuesto, hicimos un buen negocio. Otra cosa curiosa fue que en la ficción el vendedor de carne recibía el cadáver de un hombre. Nuestro lugar de grabación era un viejo velatorio en remodelación. A la mitad de rodaje, una familia de luto, se confundió y llegó a velar a su muerto porque nadie les había avisado que el lugar estaba cerrado y que tenían que ir a otro lugar. En nuestra ficción llegaba un muerto a ese lugar, y en la vida real, el muerto de esa familia nunca llegó a ese lugar. Me di cuenta con esa experiencia que hacer cine iba a ser algo muy especial. Respecto a Octubre, nos sentimos orgullosos de haber conseguido terminarla porque nos costó mucho trabajo y tiempo de espera. Por suerte lo hicimos juntos, porque uno solo nunca lo hubiera logrado. Cuando uno estaba deprimido y desilusionado y desesperanzado, el otro estaba optimista, ilusionado y esperanzado. Nos compensábamos todo el tiempo. Es fácil tirar la toalla a la mitad ya que hay momentos en los que todo parecen ser señales que te dicen que abandones la película.

¿Cómo surgió la idea para el guión de Octubre?

La idea surge desde el cine. No es una experiencia vital lo que nos sienta a escribir esta película sino el gusto por algunas películas y un tipo de cine. Después, con el tiempo y las reescrituras, ubicamos la historia en un contexto y comenzamos a reflexionar sobre lo que estábamos escribiendo en relación a la realidad.

¿Es difícil escribir una historia para cine a cuatro manos y, además, entre hermanos?

No es difícil, yo creo que es mucho más sano y fácil. Cuando uno no la ve clara, el otro sí la ve clara. Como la búsqueda de recursos es larga y uno escribe y rescribe, cuando uno está mal el otro se da cuenta y como si fuese una reacción automática siente lo contrario, como si te saltara una alarma. Los guiones de las películas se suelen escribir a cuatro, seis y ocho manos. Me atrevería a decir, sin ser absoluto, que en el cine de autor es sobre todo donde predominan los directores-guionistas. Lo normal es que uno o más guionistas colaboren con la escritura, con lo que es bastante común escribir con alguien. Si además es entre hermanos y esos hermanos se llevan bien y se entienden y tienen complicidad, pues mucho mejor. Al final dos manos más es otra mirada y ninguno de los dos es un genio.

¿Cuál ha sido la trayectoria de la película hasta antes de su estreno en Cannes?

La trayectoria de la película se inicia ahora con su competición en ‘Un Certain Regard’. La copia en 35mm la tuvimos en enero de este año y Cannes exige que sea estreno mundial. El proyecto ha tenido un recorrido largo, de varios años.


¿Qué dificultades han encontrado en el proceso de desarrollo y producción?

Hace unas semanas, antes de recibir la noticia de la selección en Cannes, hicimos un recuento de las veces que nos habían rechazado en fondos y convocatorias de producción y postproducción, concursos de guiones, etc. En total contamos más de 20, esto quiere decir que más de 20 veces nos dijeron “No”, además de las productoras a las que alguna vez les envías el proyecto, agentes de ventas, etc. Esto es algo bastante común. Lo bueno es que otros tantos nos dijeron que sí, en algunos casos después de revisar y presentar el proyecto de nuevo. Como proyecto recibimos el apoyo de Conacine, Programa Ibermedia, Global Film Initiative, EED/EZEF, Fundación Carolina, becas para desarrollo de guión, invitaciones a mercados, y apoyo de un par de amigos.Ustedes ya participaron anteriormente en un evento dentro del Festival de Cannes, el Short Film Corner del 2008, con su corto Interior bajo izquierda.

¿Qué ventajas hay para una película cuando es seleccionada para un festival importante?

El Short Film Corner es un mercado de cortometrajes bastante grande y abierto a todos los cortometrajistas. En 2008 estaba en Barcelona así que ir a Cannes no era tan caro. Me quedé en un hostel en Niza y como te dan acreditación para el festival me la pasé viendo la mayor cantidad de películas que pude. Nadie me hizo caso por estar ahí. Lo que es interesante es que hay compradores y distribuidores de cortos y puedes marcar reuniones con ellos y quizás vendas tu corto a alguna televisión o te cruces con una productora que le guste tu trabajo y le presentas tu próximo proyecto. Pero la cantidad de cortos inscritos es tan grande que es como un océano de realizadores de cortos intentando que vean sus trabajos. En el caso de Octubre la cosa es diferente porque hemos tenido la gran suerte de ser seleccionados en una sección oficial, como ‘Un Certain Regard’. Las diferencias son enormes, y los efectos son inmediatos. Si un día antes tenías que mandar tu DVD a un agente de ventas y escribirle diez correos para que te confirme al menos que lo ha recibido y aceptar finalmente que nunca te iba a contestar; al día siguiente de estar seleccionado en Cannes, te escriben y te llaman e insisten que les mandes un DVD porque dicen estar interesados en tu película. Las posibilidades de exhibición de tu trabajo crecen muchísimo. El cine hecho en el Perú ha vivido logros interesantes recientemente.

¿Qué opinan sobre la producción cinematográfica nacional y sobre esta sensación de un buen momento que parece sentirse en el aire?

Es una realidad que han pasado cosas buenas. Cuatro películas han sido seleccionadas en los cuatro festivales más importantes: Berlinale, Venecia, Sundance y Cannes, además otra estuvo en Locarno y creo que en Toronto, además de la nominación al Oscar de La teta asustada, que tuvo un impacto mediático brutal. Todo esto en los últimos dos años. Es como si la selección nacional de fútbol se clasificara al mundial y dos equipos llegaran a la final de la Libertadores, y uno gana. Los festivales ayudan mucho a los directores y a las productoras, no tanto al país, aunque es indudable que hay un impacto positivo en la cinematografía nacional. Personalmente pienso que hay que seguir trabajando con humildad y perfil bajo y no creerse nada. Lo que se tiene que conseguir es que se apruebe de una vez por todas una ley de cine mucho más integral que incremente el apoyo económico y que dentro de la posible copie lo positivo y adaptable de leyes de cine como las de México, Argentina, Brasil, Colombia.

¿Cuáles son las principales dificultades que afrontan los cineastas en Perú?

Hacer cine es difícil en todas partes, porque durante mucho tiempo uno habla de "algo" que no existe y que realmente no sabes a ciencia cierta si va a terminar existiendo alguna vez. Las dificultades en Perú son las típicas: pocos recursos, falta de apoyo de las empresas privadas y de las televisiones, el Estado no asigna todos los recursos que por ley debería asignar -aunque este año se ha llegado al récord de asignar el 60%-. Además existe el estigma generalizado entre un público bastante amplio que el cine nacional "es malo", y hay mucha gente que ya no quiere darle "otra oportunidad". Nuestro propio público es duro con el cine nacional. A esto hay que añadirle que el director suele ser el guionista y el productor, lo que hace que sea más difícil. Pero esto debe sonarle familiar a muchos cineastas latinoamericanos.


martes, 18 de mayo de 2010

Martes de Cine Español: Pantaleón y las visitadoras







La película dirigida por el peruano Francisco Lombardi y basada en la novela homónima de Mario Vargas Llosa, se exhibe hoy en el ciclo Verde de los Martes de Cine Español 2010.

El capitán Pantaleón Pantoja es destinado a un alejado asentamiento militar en la Amazonia peruana para llevar a cabo una mision muy particular: montar un servicio ambulante de prostitutas (visitadoras) para aplacar las necesidades sexuales de las tropas. Co-produducción entre Perú y España, Pantaleón y las visitadoras cuenta con las actuaciones de Salvador del Solar y la colombiana Angie Cepeda.




¿Dónde y a qué hora se proyecta?

La Paz: Fundación Cinemateca Boliviana (20:00); Escuela Municipal de El Alto (Ex Alcaldía Quemada), Ceja de El Alto (19:00); COMPA. Teatro Trono (19:00); Alcaldía Municipal de Coroico (19:00); Alcaldía Municipal de Viacha (19:00).

Cochabamba: Casa de la Cultura, Gobierno Municipal de Cochabamba (19:00).

Santa Cruz: Centro de Formación Iberocamericana – AECID (20:00); Centro Cultural San Isidro, Plan 3000 (19:00); Casa Municipal de Cultura, Montero (19:00).

Chuquisaca: Archivo y Bibliotecas Nacionales de Bolivia, Sucre (19:00); SIPAS TAMBO, Red de la Diversidad, Sucre (19:00).

Pando: Casa de la Cultura, Alcaldia Municipal de Cobija (19:00).

Beni: Universidad José Ballivián, Trinidad (19:00).

Oruro: Centro Cultural Muro Tambo, Séptimo Ojo (Aldana, Soria Galvarro y La Plata. Sobre el muro) (19:30).

Potosí: Colegio de Arquitectos de Potosí (18:30); Centro Municipal de la Alcaldía Municipal de Tupiza (19:00).

Tarija: CBA Centro Boliviano Americano (19:00).

El ingreso es libre en todas las salas.


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Pantaleón y las visitadoras (crítica)


Sergio Zapata

La selva extraña, provocadora, libidinosa y perturbadora es el escenario donde Pantaleón Pantoja debe llevar a cabo su misión: el proveer de visitadoras a la población militar afincada en la amazonía peruana y con ello poder palear el elevado índice de violaciones en la zona.

Francisco Lombardi, el cineasta peruano más importante de la última época, que en un pasado adaptó para la pantalla grande La ciudad y los perros, propone también una versión de Pantaleón y las visitadoras, ambas novelas de uno de los peruanos con mayor vocación universal, Mario Vargas Llosa. La adaptación de Lombardi gira sobre el menester encomendado al Coronel Pantaleón Pantoja, nuestro guía en esta excursión al corazón fogoso de lo humano, y nos va develando los meandros de las instituciones armadas como el creciente poder de la prensa. Siempre amenazante, siempre moralista.

Con un argumento simple, con un personaje que nos muestra detalle a detalle su periplo, casi nunca abandonando el plano, Pantaleón va sufriendo una serie de transformaciones merced de la lujuria, ya sea por la ingesta de alimentos cuyo poder afrodisíaco él comprueba, o a causa de la “constante exposición” a las mujeres visitadoras: él es el administrador de este “envidiable” trabajo.

Con obvios giros de guión, para sostener un relato unidireccional, Pantaleón sucumbirá a los encantos de la colombiana, una de las visitadoras que tiene a su cargo, provocando con esto el presunto sentido moral de la obra, reduciéndose a la fidelidad. Igual de maniqueísta es la puesta en evidencia del poder moralizante de la prensa radial en este recóndito lugar de la amazonía cuyos cambios drásticos y jocosos contribuyen al relato moralizante que se teje en torno de don Panta.

A medida que avanza el metraje Pantaleón va sucumbiendo ante las visitadoras (afirmación que podríamos generalizar: Pantaleón sucumbe ante las mujeres) y en un segundo momento, casi de forma paralela va sucumbiendo a la selva y los modos de vida que ésta ofrece. Pantaleón sólo se reconoce como una víctima de las circunstancias que le atañen; un soldadito que cumple órdenes, que hace patria al proporcionar mujeres, privilegia el principio de eficacia, se enamora, es vengativo y asume su caída con cierto orgullo. En última instancia, él es demasiado humano.
Esta persecución de humanidad o su develamiento, se van sucediendo plano a plano. Pantaleón renuncia, porque así se lo ordenan, a su rigidez uniformada, a su pacata vida sexual, de hacer el amor con su mujer los sábados en la noche exclusivamente, y pasa a ser víctima de la selva y sus encantos, a hacerlo hasta tres veces al día. De la misma manera sus lealtades irán trastocándose: de un ejército afincado en Lima a sus camaradas cafichos, con quienes aprenderá el sentido de la irresponsabilidad, algo tan humano e incluso predecible para sujetos tan rectos como Pantaleón.

En esta cinta, Lombardi construye nuevamente personajes fuertes, que van descubriendo sus contradicciones dejándose desbordar por su humanidad y sucumbiendo ante sí mismos, para descubrir en ello su verdadera naturaleza y la naturaleza de los otros, y caer en cuenta que somos iguales. Siempre hombres, siempre machos y por extensión demasiado frágiles, Lombardi recrea en Pantaleón y las visitadoras, en un escenario exuberante, el carácter trágico de la lascivia.
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lunes, 17 de mayo de 2010

BREVE RESEÑA DE LA CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA EN BOLIVIA (3/3)

Por: Claudio Sánchez Castro

La primera década del siglo XXI puede ser vista y entendida como el escenario del renacimiento de la crítica cinematográfica en Bolivia. En estos diez años (2000-2009) se han desarrollado iniciativas que, con el pasar de los años se consolidaron como referentes de los nuevos espacios de difusión de crítica. En esta etapa aparecen nuevos nombres que ayudan a perfilar un panorama distinto.

Se trata de una época en la que resurgen y se fortalecen los suplementos culturales en los principales diarios de circulación nacional: Fondo negro (La Prensa – La Paz), Tendencias (La Razón – La Paz), Brújula (El Deber – Santa Cruz) y La Ramona (Opinión – Cochabamba). En todos estos espacios, que se publican los fines de semana, se van abriendo columnas de crítica cinematográfica, es necesario considerar que no en todos los casos mantienen cierta continuidad, sin embargo logran reactivar el interés de los lectores por la crítica especializada. Si bien es un tiempo en que los periodistas culturales aún se encargan de la actualidad del séptimo arte en nuestro país, también empiezan a aparecer nuevas firmas de gente que se enfrenta al visionado del cine como una prioridad y no como un algo con lo que hay que cumplir para poder cubrir las secciones de variedad. Entre quienes se destacan por su trabajo y aportes están: Andrés Laguna, Santiago Espinoza, Sergio Zapata, Mónica Heinrich, Ada Zapata, Mary Carmen Molina, Álvaro Loayza, Diego Loayza, Sergio Estrada y Marcelo Cordero. Este dream team ha publicado continuamente tanto en prensa escrita como en blogs.

La importancia de esta década no se limita al aporte de los jóvenes críticos desde los medios tradicionales de comunicación masiva (prensa, radio y televisión) sino, a la irrupción de los nuevos formatos de difusión (internet, comunicación 2.0). Las nuevas generaciones empiezan a hacer suyas las herramientas que el mundo virtual ofrece, y son los blogs el primer caldo de cultivo de voces diferentes que buscan desterrar del imaginario la idea de la trascendencia de los espacios clásicos y naturales de la crítica cinematográfica en Bolivia. En la búsqueda de un panorama parcial de los blogs de referencia, es importante citar algunas direcciones: http://el-lar.blogspot.com/, http://yaneramai.wordpress.com/, http://www.fotogeniacine.blogspot.com/, http://www.palabrasmas.org/nius/index.php, http://aullidosdelacalle.blogspot.com/

Para poder comprender el fenómeno es necesario hacer ciertas consideraciones: los editores de prensa no apuestan por jóvenes voces, los jóvenes descartan los espacios tradicionales, los espacios tradicionales por tanto envejecen en su contenido sin entender los cambios que suceden en la actualidad. La ecuación es la siguiente: tradicionales medios masivos quieren mantener su estructura y sus principios, los jóvenes se apoderan de los nuevos medios masivos.

Aquí está el quiebre fundamental y fundacional, en un país en el que el ingreso mensual de sus habitantes está muy por debajo de los 100 $ (Dólares americanos) por mes, y dónde los estándares de vida son definitivamente bajos, el poder de adquisición es mínimo, de esta forma se entiende que la compra de un periódico es algo que la población no contempla como una necesidad. Sin embargo el acceso a internet crece constantemente, y son cada vez más quienes se interesan por ser parte de las comunidades virtuales ya que estas dan la posibilidad de participar activamente, dejando de lado la figura de ser sólo un receptor pasivo, para poder producir contenidos propios y de esa manera dar a conocer su realidad.

La situación económica es de suma importancia a la hora de hacer un análisis sobre aquello que hace a la cadena de la industria cinematográfica, si bien el acceso a las salas de cine en Bolivia es aún restringido, el acceso a los productos fílmicos no lo es. La piratería y la televisión (abierta y por suscripción) generan públicos que hay que tomar en cuenta a la hora de pensar la crítica cinematográfica en Bolivia. Se trata de una realidad que promueve el visionado no sólo de los grandes estrenos comerciales, sino también de las películas independientes privilegiando las posturas autorales, que se las puede encontrar en los puestos de venta de DVD´s piratas en las principales ciudades del país.

Estamos hablando de que hay mercado para todo tipo de películas, esto está ligado a un desarrollo de la cinefilia que no responde a sitios, en tanto espacio, especializados en difusión de estos films, sino más bien a sitios, en tanto referencia, de consagración de títulos que marcan los nuevos rumbos de la actualidad cinematográfica contemporánea a un nivel global. Estamos hablando, en este caso, de uno de los logros más importantes de la globalización: la eliminación de las fronteras en cuanto posibilidad de conocimiento de realidades y a su vez la puesta en circulación de productos culturales de una comunidad particular cuyo alcance es más amplio.

De este modo nos enfrentamos a una cultura cinematográfica que está lejos del alcance de aquello que se pueda encasillar como tal o cual generación o escuela. Estamos ante críticos que se han formado más allá de un posible stablishment comandado por alguna institución, la generación nacida en democracia reconoce como condición necesaria el pluralismo político, estético y cultural como fundamento del ejercicio ciudadano, donde la critica es vital, en tanto permite hacer uso pleno de nuestras facultades (ciudadanas). De ésta manera es imposible la adscripción unánime hacia algún referente, favoreciendo la pluralidad de voces y la pluralidad de circulación de ideas, haciendo uso pleno de las herramientas comunicacionales que ofrecen los sistemas virtuales de comunicación.

Sin duda el espacio de difusión y discusión del cine más importante en Bolivia es la Revista On-line www.cinemascine.net. Su creación a mediados de 2009 ha generado un cambio inesperado en el comportamiento de los críticos, desde el nuevo interés que ellos tienen para poder publicar su trabajo. Esta iniciativa ha logrado convertirse en el referente de la crítica cinematográfica y la información especializada en el país. Aunque aún es muy pronto para evaluar el alcance de Cinemas Cine, se puede destacar la presencia de nuevas voces: Pedro Brusiloff, Sebastián Morales, Pablo Lavayén, Rocío Ágreda, Julia Peredo, Claudia Pardo, Luis Brun, Luis Velasco, todos ellos bolivianos. Esta situación se complementa con colaboradores de distintos países de América del Sur que contribuyen al fortalecimiento de la cultura cinematográfica en Bolivia: Pabela (Argentina), Martha Cotoret (Venezuela), Vivian Murcia (Colombia) y Carlos Fidel Intriago (Ecuador).

Martín Salas y Ariel Vargas en la Semana Internacional del Corto

La Primera Semana Internacional del Corto (SICORTO 2010) se llevó a cabo en la ciudad de Cochabamba del 10 al 15 de mayo. Este espacio abierto para la exhibición y difusión de cortometrajes bolivianos y extranjeros, fue también un lugar de encuentro entre realizadores, productores, distribuidores y críticos. En Cochabamba se achicaron las distancias y pudimos encontrarnos para compartir las experiencias propias y ajenas. Ahora les presentamos una conversación con Martín Salas (Escuela Internacional de Cine La Fábrica - Cochabamba) y Ariel Vargas (Artefacto Visual - Santa Cruz), sobre la actualidad del cortometraje en Bolivia.

jueves, 13 de mayo de 2010

Cannes 2010: Blokes de Marialy Rivas (Chile)


La directora Marialy Rivas (Chile) y el guionista Rodrigo Bellott (Bolivia) hablan de Blokes, cortometraje que compite en la nueva sección del Festival de Cannes, Cannes Courts.

“Latinoamérica está produciendo buen cine, cine delicado pero lleno de contenido, provocador casi sin querer serlo”. Así define Marialy Rivas, realizadora chilena, al momento que actualmente vive la producción cinematográfica en el continente. Una muestra de esta producción y de las nuevas formas en la que ésta se está haciendo y manifestando es su cortometraje Blokes, que participa en la nueva sección de Festival de Cannes.

Basado en un cuento de Pedro Lemebel, uno de los cronistas latinoamericanos más arriesgados, Blokes cuenta la historia de Luchito, un niño de 13 años que crece en la dictadura chilena de la década de los 80. Seducida por su potente estilo, Rivas se enamoró de Lemebel. “La llegada a mi vida de Blokes fue una casualidad. Me ofrecieron trabajar en una película que se construiría a partir de tres cuentos que debíamos elegir de entre varios relatos publicados en un libro de una revista chilena. Cuando leí los cuentos, la crónica de Pedro capturó inmediatamente mi atención, fue amor a primera vista”.

Aunque este proyecto original no siguió adelante, Rivas no perdió las esperanzas de llevar el cuento al cine. En ese momento es que apareció el director y guionista boliviano Rodrigo Bellott (Dependencia sexual, Perfidia). “Era la primera vez que adaptaba un texto literario para otro director. Yo quería conservar la voz de Lemebel y convertir al lenguaje audiovisual los miles de detalles de esta historia”, comenta Bellott a la hora de resaltar el acierto de Cannes en promover la difusión de nuevos talentos a través del cortometraje. El cineasta boliviano, quien confiesa no haber visto la versión final del corto todavía porque prefiere disfrutarlo en pantalla grande, conoció a Marialy Rivas hace 10 años en New York. A la pregunta por la elección de Bellott para guionizar el cortometraje, Rivas no duda: “Tenemos muchísima afinidad en nuestra pasión por el cine. Cuando enfrenté el desafío de traspasar un cuento tan potente como Blokes a guión, supe de inmediato que Rodrigo era la persona adecuada para llevar adelante esa tarea.”


En una historia como la de Blokes, donde la representación en el contexto de la dictadura en Chile significa ya un reto y donde los protagonistas son niños, los desafíos son otros. “Creo que el más grande fue dar con el protagonista, un niño que pudiera interpretar al complejo y sutil personaje que había escrito Pedro. Con mucha suerte, encontramos a Alfonso David (14), quien con su talento dio vida al personaje de Luchito con todas las dimensiones y recovecos que ese personaje posee” comenta Rivas, directora del corto producido por Pablo Larraín (Tony Manero).

La construcción de éste y otros personajes demandó al guionista Rodrigo Bellott una intensa investigación de la obra de Lemebel, “muy visual y sensorial, donde tiene lugar el descubrimiento y la puesta en escena de la identidad”. En la historia, Luchito, el personaje central, se obsesiona con su vecino de enfrente, Manuel. El despertar sexual de Luchito, dado el contexto político social en que la historia transcurre traerá consecuencias desastrosas para la vida de uno de ellos. Rivas no teme en afirmar que “en los momentos de violencia histórica y represión, todos somos víctimas del horror”.

Blokes forma parte de una selección de 9 cortometrajes, de los cuales 4 son latinoamericanos. Esta situación invita a reflexionar sobre el momento que vive el cine en Latinoamerica y los discursos creativos que muchísimos realizadores del continente están proponiendo. Para Rodrigo Bellott, quien desde hace ya varios años trabaja en producciones fuera de Bolivia y en colaboración con directores como el peruano Javier Fuentes-León o la española Iciar Bollaín, los paradigmas han cambiado: “Hay mucho diálogo en nuestro cine. Las fronteras se cayeron: lo que importa ahora es contar historias”. En este aspecto, Marialy Rivas rescata la importancia que ha ganado en el cine latinoamericano la posibilidad de compartir la historia de un continente con el mundo y abrir la producción audiovisual como un espacio de reencuentro con nosotros mismos. . Estoy orgullosa de ser parte de este momento. Pienso en tantos amigos realizadores a quienes admiro, de Chile, Perú, Uruguay, Bolivia, Brasil, Paraguay y Argentina. Es un orgullo poder mirarnos y encontrarnos, saber que esas historias son más nuestras que de ningún otro lugar, ver como todos convierten, a punta de lucha y pasión, los pocos recursos en una manera de expresión que ha hecho que reivindiquemos nuestra diferencia”.

Marialy Rivas


martes, 11 de mayo de 2010

BREVE RESEÑA DE LA CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA EN BOLIVIA (2/3)

Por: Claudio Sánchez Castro

La crítica cinematográfica en Bolivia, durante la década del noventa, retrocedió treinta años en su evolución y retomó el carácter de reseña que había antecedido a las décadas del setenta y el ochenta. Los periodistas culturales ocuparon los espacios dedicados a la crítica, haciendo de este oficio un simple ejercicio informativo que, por consiguiente, perdió su característica de análisis crítico.

Durante los 90´s se vivió la gran decadencia de los suplementos culturales especializados, el caso emblemático es la desaparición del matutino católico Presencia de circulación nacional, que dejó huérfanos de referencias en tanto secciones específicas dedicadas al qué hacer cultural, a las generaciones venideras. Situaciones como esta crearon el vacío propicio para la dispersión de los trabajos de crítica cinematográfica. Las columnas firmadas por críticos especializados comenzaron a ser cada vez más escasas y menos importantes para las oficinas de redacción en la prensa escrita.

La prensa especializada quedó relegada y tuvo que acomodarse a las condiciones del momento para sobrevivir. Esto quiere decir que, si a finales de los setenta en La Paz habían más de diez críticos activos, a mediados de los noventa el gran sobreviviente tenía nombre y apellido: Pedro Susz. Los medios de comunicación fueron transformándose en espacios destinados a la cuestión política, que ocupa más del 70 por ciento del contenido total de cualquier periódico del país. Los espacios de difusión cultural fueron perdiendo su impacto, y el cine se sumió en la gran crisis universal de la función de la sala de exhibición como tal.

La piratería, primero de VHS´s y posteriormente de DVD´s, junto a la aparición de la televisión por cable, determinaron los nuevos rumbos de la crítica cinematográfica en Bolivia, que se enfrentó a la posibilidad de su desaparición. Se trata, en este sentido, de que lo importante ya no era el visionado del cine, sino todo aquello que circundaba la acción de ir a ver una película, lo trascendental se centraba en una crónica más parecida a una sección de sociales o a una simple publicidad, que buscaba acomodar de mejor manera el producto en el mercado.

Los editores suplantaron el espacio de la crítica por algo más cómodo, se trataba de resumir el film y presentar una sinopsis. Así por ejemplo, el programa de televisión dedicado al cine con más años de antigüedad (Cine Mundo), se limita a mostrar los trailers y los videos publicitarios de las nuevas producciones, que por lo general vienen desde Hollywood. La crítica cinematográfica, en la etapa neoliberal, fue prácticamente eliminada del mapa, así fue que, la figura del crítico y sus funciones fueron desapareciendo.

Muchos periodistas culturales incursionaron en la reseña cinematográfica, aunque esto no representó una continuidad en sus carreras que nos permita distinguir nuevos nombres, que por su aporte puedan ser considerados críticos como tal. Antes que nada, esto responde a las deficiencias que existen para poder aproximarse a un discurso estético de la imagen, en un ligero repaso a lo publicado entre 1989 y 1999 no se encuentra una característica que represente un análisis concreto de la obra en sí, sino más bien, las reseñas se agudizan ante lo técnico, se trata de una época en la que los efectos especiales alcanzaron una madurez nunca antes vista y eso si es algo que parece interesar a quienes escribían sobre cine por encima de cualquier otro aporte de un film.

Hoy se proyecta La Bicicleta de Sigfrid Monleón


Para gustos, colores, el ciclo de Martes de Cine Español este año, propone hoy la segunda película del mes de mayo. Esta vez, se proyectará en los 20 espacios habilitados a nivel nacional la película La bicicleta del director Sigfrid Monleón.

El film cuenta la historia de tres personajes que entrelazan sus vidas a través de una bicicleta. A la vez, la propuesta significa una revalorización de los espacios urbanos y una reflexión sobre el desarrollo. En sus notas de producción, Monleón apunta: “En una ciudad como Barcelona, por ejemplo, se estima que habitualmente circulan unas 30.000 bicicletas. Como ocurre con otros aspectos relacionados con la movilidad urbana, el uso de la bici se produce con muchos problemas. Para unos, la proliferación de bicis en las calles representa un obstáculo para la fluidez del resto del tráfico. Otros se sienten amenazados por algunos ciclistas que circulan a su antojo en contra dirección”.

«La bicicleta es diferente a todo lo que he hecho hasta ahora, es una historia más libre de estructura, más juguetona, que muestra las contradicciones de una ciudad, bajo la estela de la frase Baudelaire: “Las ciudades cambian más deprisa que el corazón de un mortal”», comenta Monleón en una entrevista en Blog de Cine. Producido por Indigomedia el film cuenta con las actuaciones de Sancho Gracia, Pilar Bardem, Barbara Lennie y Javier Pereira, entre otros.


¿Dónde y a qué hora se proyecta?

La Paz: Fundación Cinemateca Boliviana (20:00); Chasquipampa, Microcine Yaneramai (19:00); Escuela Municipal de El Alto (Ex Alcaldía Quemada), Ceja de El Alto (19:00); COMPA. Teatro Trono (19:00); Alcaldía Municipal de Coroico (19:00); Alcaldía Municipal de Viacha (19:00).


Cochabamba: Casa de la Cultura, Gobierno Municipal de Cochabamba (19:00).

Santa Cruz: Centro de Formación Iberocamericana – AECID (20:00); Centro Cultural San Isidro, Plan 3000 (19:00); Casa Municipal de Cultura, Montero (19:00).


Chuquisaca: Archivo y Bibliotecas Nacionales de Bolivia, Sucre (19:00); SIPAS TAMBO, Red de la Diversidad, Sucre (19:00).

Pando: Casa de la Cultura, Alcaldia Municipal de Cobija (19:00).


Beni: Universidad José Ballivián, Trinidad (19:00).

Oruro: Centro Cultural Muro Tambo, Séptimo Ojo (Aldana, Soria Galvarro y La Plata. Sobre el muro) (19:30)


Potosí: Colegio de Arquitectos de Potosí (18:30); Centro Municipal de la Alcaldía Municipal de Tupiza (19:00).

Tarija: CBA Centro Boliviano Americano (19:00).


El ingreso es libre en todas las salas.


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lunes, 10 de mayo de 2010

BREVE RESEÑA DE LA CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA EN BOLIVIA (1/3)

Por: Claudio Sánchez Castro

Se puede decir que la crítica cinematográfica en Bolivia, tuvo su gran auge en la década del setenta. Esto responde al trabajo incansable, que en La Paz realizaron personalidades tan importantes dentro de la historia contemporánea para la formación de públicos como: Renzo Cotta, Amalia de Gallardo y, sobretodo, el sacerdote jesuita Luis Espinal. Ellos formaron una generación joven muy prolífica, que supo hacer de la crítica un oficio más responsable otorgándole a este trabajo una categoría diferente, que hasta ese momento no había alcanzado en el país, así la crítica logró convertirse en algo útil para la sociedad.

La creación de los primeros Cine Clubes en el Cine 16 de Julio, encabezados por el ya mítico Cine Club Luminaria que Espinal conducía, fueron el germen de la explosión de nuevas firmas que empezara a trabajar en distintos matutinos paceños (Presencia, Hoy, El Diario). Entre quienes dicen presente en esta época, se encuentran Carlos Mesa y Alfonso Gumucio Dagrón, ambos hicieron los aportes más importantes a la historiografía del cine boliviano, con la publicación de sus libros: La Historia del Cine en Boliva (Gumucio, 1982) y La Aventura del Cine Boliviano (Mesa, 1985). También formó parte del Cine Club Luminaria el hoy director de cine, Rodrigo Ayala Bluske.

Otro de los impulsos que merecen ser reconocidos para una breve introducción a la crítica cinematográfica en Bolivia es la publicación de los Cuadernos Críticos. Editados por la Editorial Don Bosco, estos trabajos permitieron al espectador común hacerse de armas para poder acercarse de mejor manera al discurso estético de los films. Catorce Cuadernos fueron publicados y doce de ellos escritos por Luis Espinal, entre los que se destacan se encuentra Conciencia Crítica ante el cine (1976).

Fue en la década del setenta (1976) que se creó la Cinemateca Boliviana. Ahora que ya existía un espacio propicio para el visionado del cine, la realidad se transformó. Vivimos así, el inicio de un trabajo que a la cabeza de Pedro Susz y Carlos Mesa, ayudo al fortalecimiento de la formación de públicos. Poco a poco los asistentes frecuentes de las sesiones de la Cinemateca fueron posicionándose en el medio de la crítica cinematográfica boliviana en las décadas posteriores. Se trata de rostros jóvenes que trabajaron entre los ochenta y los noventa. Los nombres que se destacan en este son los de: Julio Peñaloza y Mauricio Souza, este último publica la columna semanal Ocho y medio en el matutino Página Siete (La Paz), un espacio dedicado a la crítica y la discusión del cine en Bolivia.

Entre quienes se han mantenido en vigencia desde la década del setenta, Pedro Susz es el crítico con el mayor aporte a la discusión del cine, sus columnas en la prensa desde más de tres décadas ilustran a nuevos públicos y acompañan a quienes ya reconocen en él a una de las voces más autorizadas en el tema. Susz no sólo trabajó en periódicos, sino también en radio (Radio Cristal, y otras) y en Televisión, insistiendo, desde donde podía, en su labor incansable. Él fue el director de la Cinemateca Boliviana durante muchos años, y junto a un equipo de personas interesadas en el apoyo a la cultura cinematográfica en el país consiguieron en 1992 la aprobación de la ley del cine, y en los 2007, la inauguración de la sede propia de esta institución en La Paz. Además ha publicado varios libros que contribuyen al fortalecimiento de la cultura cinematográfica en Bolivia.

Sin embargo, algo que hay que tomar en cuenta en el análisis de la época dorada de la crítica cinematográfica en Bolivia, es el gran quiebre que se da en 1980 con el asesinato de Luis Espinal por órdenes de la que luego sería la narco dictadura militar de Luis García Meza (1980-1981). Este punto de inflexión, representó un gran golpe para la generación inmediata que quedó a la deriva, luego de la decadencia de los Cine Clubes y el ocaso de las instituciones aglutinadoras del debate, la realidad cambió drásticamente.

La dictadura hizo que todo fuera perdiendo fuerza de a poco, y la democracia del neoliberalismo fue testigo de la crisis más aguda de la crítica cinematográfica. Esto fue una consecuencia de las condiciones sociales que el país vivió entre 1982 y 2002. El rasgo más importante en esta coyuntura, puede ser visto en un estudio a profundidad de la crítica escrita sobre La Nación Clandestina (Jorge Sanjinés, 1989). Estrenada el 22 de marzo de 1990 como un homenaje a Luis Espinal a diez años de su asesinato, la película de Sanjinés no fue leída en su total dimensión como consecuencia del debilitamiento de la formación de críticos en ese periodo. Es así que una de las mejores lecturas corresponde a Silvia Rivera, socióloga, y no así a un especialista en la crítica.

La bicicleta: Pedalear te lleva a la infancia, es como volar (crítica)


Sebastián Morales Escoffier


La bicicleta de Sigfrid Monleon, narra las historias de tres generaciones diferentes. La primera nos presenta a un pre-adolecente que da sus primeros pasos como dealer, haciendo la labor de transportador de la droga. La segunda es un poco más positiva y cuenta la historia de una joven universitaria y de sus pequeños amoríos con dos jóvenes, ella es una apasionada por la bicicleta. En la tercera y última, vemos como una señora mayor combate para que el Ayuntamiento no derrumbe su casa en esta lucha encuentra al padre de su hija en un asilo para ancianos. Es fácil suponer cuál es el hilo conductor de estas tres historias tan disimiles: la bicicleta.

Por supuesto, la bicicleta no es sólo un recurso narrativo que permite juntar las historias que poco tienen que ver la una con la otra, sino que también es el elemento que permite a Sigfrid Monleon armar su discurso. ¿Qué es entonces la bicicleta?

Ante todo, y para cada uno de los personajes, la bicicleta se convierte por excelencia en el símbolo de la infancia. El medio de transporte se transforma, de alguna manera, en aquello que potencia la vida que no queremos dejar de lado, por más que ya no la podamos usar (como la señora mayor que es criticada por todos por andar en bicicleta a una edad no conveniente). Pero la bicicleta es algo más, es también la nostalgia de los tiempos pasados, de esas épocas mejores. Es ahí donde se encuentran las más bellas reflexiones de Monleon.

El director llama la atención al mal denominado progreso. Las ciudades crecen, las avenidas se hacen más anchas y finalmente, se da más prioridad a la máquina (el auto) que al individuo, el ciudadano ha sido desterrado de su propia ciudad, todo en nombre del desarrollo. Así, la historia de la señora es simplemente paradigmática, puesto que su lucha contra el Ayuntamiento es verdaderamente frontal. Este es el punto clave de la película: la bicicleta (como representante de lo humano) se convierte en un elemento de lucha en contra del progreso indiscriminado, que definidamente, no nos hace más felices.

Monleon juega entonces con la potencialidad que tiene la bicicleta como objeto simbólico: nos hace recuerdo que hay cosas que no podemos perder: nuestra infancia y por supuesto, nuestra cualidad como humanos. Pero así como la bicicleta puede ser robada tan fácilmente y causar tanta angustia como nos lo muestra De Sica en El ladrón de bicicletas (referencia ineludible de la película española), podemos perder nuestra infancia y nuestra cualidad de humano, ante el progreso entendido como un fin en sí mismo. De este modo, el director nos invita a tomar las bicicletas y salir a las calles en ellas, pues, como dice uno de los personajes de la película: “el pedalear te lleva a la infancia, es como volar”.

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domingo, 9 de mayo de 2010

Comienza la Semana Internacional del Corto en Cochabamba


Mañana comienza la primera Semana Internacional del Corto, en la ciudad de Cochabamba. La muestra oficial del evento estará acompañada por distintas actividades, como una feria audiovisual, talleres, conferencias y muestras especiales para niños y niñas.



PROGRAMA (10-15 de mayo)

LUNES 10
9:00 Taller de Cámara / Realización. El plano simbólico, el discurso narrativo y el discurso fílmico.
DICTA: César Pérez
LUGAR: Universidad Mayor de San Simón, Campus Universitario.

15:00 Muestra especial.
LUGAR: Universidad Católica Boliviana, Campus Tupuraya.

19:30 Muestra oficial: ¿De qué color es el cielo? (Bolivia), Vino al atardecer (Bolivia), No es mucho lo que heredamos de nuestro abuelo (Argentina), Il mondo mio (España), The Dota experience (Bolivia).
LUGAR: Teatro Adela Zamudio, Casa de la Cultura

MARTES 11
9:00 Taller de Cámara / Realización. El plano simbólico, el discurso narrativo y el discurso fílmico.
DICTA: César Pérez
LUGAR: Universidad Mayor de San Simón, Campus Universitario.

10:30 Muestra para niños
LUGAR: mARTtadero

15:00 Muestra especial.
LUGAR: Cárcel de mujeres "San Sebastián"

19:30 Muestra oficial: Terra (España), ¿Puede usted contar la historia de su heladera? (Argentina), Lado B (Bolivia), 360º (España), Max jutam (Bolivia), Das Sein Und Das Nichts (Austria), Cuerpos Blandos (Chile).
LUGAR: Teatro Adela Zamudio: Casa de la Cultura

MIERCOLES 12
9:00 Taller de Cámara / Realización. El plano simbólico, el discurso narrativo y el discurso fílmico.
DICTA: César Pérez
LUGAR: Universidad Mayor de San Simón, Campus Universitario

11:00 Muestra especial.
LUGAR: Universidad Mayor de San Simón, Campus Universitario

15:00 Conferencia: Crítica cinematográfica en Bolivia
DICTA: Claudio Sánchez
LUGAR: Brigada de Asambleístas de Cochabamba (Plazuela Colón esquina México)

De 15:00 a 19:30 Feria audiovisual. Participan instituciones de cine, centros de formación, productoras, etc.
LUGAR: Brigada de Asambleístas de Cochabamba (Plazuela Colón esquina México)

19:30 Muestra oficial: 75 Metros (España), Metegol (Argentina), Sweet & Sour Waltz (Israel), Waterdrop (México), DVD (España), Made in Japan (España), El tiempo se está cansando (Bolivia).
LUGAR: Teatro Adela Zamudio, Casa de la Cultura

JUEVES 13
9:00 Taller: Fondos internacionales para cortometrajes.
DICTA: Viviana Saavedra
LUGAR: mARTtadero

10:30 Muestra para niños
LUGAR: Colegio Isaac Attie

De 15:00 a 19:30 Feria audiovisual: Participan instituciones de cine, centros de formación, productoras, etc.
LUGAR: Brigada de Asambleístas de Cochabamba (Plazuela Colón esquina México)

16:30 Cineforo
LUGAR: Brigada de Asambleístas de Cochabamba (Plazuela Colón esquina México)

19:30 Muestra oficial: Granica (Austria), Amanecer (Colombia), El pintor de cielos (España), Ring Ring (Bolivia), Porque hay cosas que nunca se olvidan (España), El que no cae, resbala (Bolivia).
LUGAR: Teatro Adela Zamudio, Casa de la Cultura

VIERNES 14

9:00 Taller: Fondos internacionales para cortometrajes.
DICTA: Viviana Zaavedra
LUGAR: mARTtadero

10:30 Muestra para niños
LUGAR: Colegio Laredo

De 15:00 a 19:30 Feria audiovisual: Participan instituciones de cine, centros de formación, productoras, etc.
LUGAR: Brigada de Asambleístas de Cochabamba (Plazuela Colón esquina México)

16:30 ENCUENTRO NACIONAL entre directores, realizadores, críticos y productores de cortometrajes.
LUGAR: Brigada de Asambleístas de Cochabamba (Plazuela Colón esquina México)

19:30 Gala de clausura y premiación
LUGAR: Centro Cultural y Pedagógico Simón I. Patiño

SÁBADO 15
10:30 Muestra para niños
LUGAR: Teatro Municipal Teófilo Vargas: Plaza 15 de Agosto (Quillacollo).

Más detalles en http://www.sicorto.com/

viernes, 7 de mayo de 2010

Cannes 2010: Carancho de Pablo Trapero


El 6 de mayo se estrenó en Argentina Carancho, la última película de Pablo Trapero (Leonera, El bonaerense), con Martina Gusman (protagonista de Leonera) y Ricardo Darín, a quien acabamos de ver en la ganadora del Oscar El secreto de sus ojos de Juan José Campanella.

Carancho participa de la sección Una cierta mirada en la edición de este año del Festival de Cannes. La película llega acompañada de otras propuestas latinoamericanas, como Octubre de Daniel Vega y Diego Vega (Perú, Venezuela y España) y la también argentina Los labios de Santiago Loza e Ivan Fund.

Aquí, el trailer de la película.






Sinopsis


En Argentina mueren al año en accidentes de tránsito mas de 8 mil personas, un promedio de veintidós por día; más de ciento veinte mil resultan heridas. La última década ha dejado 100 mil muertos. Los millones de pesos que necesitan las víctimas y sus familiares para afrontar gastos médicos y legales, producen un enorme mercado, sostenido por las indemnizaciones de las aseguradoras y la fragilidad de la ley. Detrás de cada desgracia asoma la posibilidad de un negocio.

Sosa es un abogado especialista en accidentes de tránsito, a punto de recuperar su matrícula. Se mueve entre guardias de hospitales, servicios de emergencias y comisarías en busca de posibles clientes. Ahora trabaja para una fundación de ayuda a las víctimas que en realidad es la pantalla de un turbio estudio jurídico. Sosa consigue los clientes, los testigos, las pericias; arregla con la policía, los jueces, las aseguradoras.

Luján es una joven médica recién llegada a la ciudad, que trabaja en múltiples lugares: ambulancias, guardias de hospitales, servicios de emergencias. Sola, con un ritmo de trabajo que apenas le permite dormir, se enfrenta a un mundo que desconoce.

Esta historia de amor comienza la noche en que Luján y Sosa se conocen, en la calle. Ella tratando de salvar la vida de una accidentado, él tratando de convertirlo en su cliente. Juntos, intentarán modificar el rumbo de sus vidas, pero el pasado turbulento de Sosa se interpondrá.

martes, 4 de mayo de 2010

Martes de Cine Español: Cuatro películas verdes en mayo






La Paz, 4 de mayo de 2010 (Cinemas Cine) La co-producción española-puertorriqueña Agua con sal y el cortometraje Tierra y pan de Carlos Armella son las películas encargadas de abrir hoy el ciclo Verde de los Martes de Cine Español en mayo, mes en que se exhibirán una selección de films que abordan la relación del ser humano con la naturaleza.

Dirigida por Pedro Perez Rosado, Agua con sal es una historia de mujeres que luchan por sobrevivir en una sociedad de bienestar y grandes oportunidades, en la que buscan desesperadamente lo que han perdido. Olga (Yoima Valdés) es una joven cubana que llegó a España con una beca para sus estudios, pensando que esto iba a ser el comienzo de una vida mejor. Al cabo del tiempo, se convierte una inmigrante ilegal que sufre los avatares de la marginación, no puede volver a casa y tiene que buscarse la vida. Mari Jo (Leyre Berrocal) es una joven valenciana de la Ribera Alta, nacida en una familia llena de problemas. Ambas son trabajadoras ilegales de una fábrica de muebles en la que cobran dos euros por hora.

El ciclo de mayo continua el 11 de mayo con la proyección de La bicicleta, película de Sigfrid Monleón en la que las vidas de tres personajes radicalmente distintos se ven entrelazadas a través de una simple bicicleta. El martes 18 es el turno de Pantaleón y las visitadoras, co-produccion entre Perú y España dirigida por el consagrado Francisco Lombardi y protagonizada por Angie Cepeda y Salvador del Solar. Basada en la novela homónima de Mario Vargas Llosa, cuenta la historia del capitán Pantaleón Pantoja, un militar de currículum intachable, organizador nato, minucioso, disciplinado y sumamente discreto.

Martes de Cine Español en mayo cierra con el documental Ultimo tren a Lhasa de Alberto Panadero. La película aborda la problemática que el tren que une Pekín con Lhasa, en el Tíbet: el incremento de la población china con respecto a la tibetana en esa área geográfica. Un documental sobre las posibles consecuencias de la construcción del tren y sobre el valor de la relación de los hombres con su entorno.


¿Dónde y a qué hora se proyecta?

La Paz: Fundación Cinemateca Boliviana (20:00); Chasquipampa, Microcine Yaneramai (19:00); Escuela Municipal de El Alto (Ex Alcaldía Quemada), Ceja de El Alto (19:00); COMPA. Teatro Trono (19:00); Alcaldía Municipal de Coroico (19:00); Alcaldía Municipal de Viacha (19:00).

Cochabamba: Casa de la Cultura, Gobierno Municipal de Cochabamba (19:00).

Santa Cruz: Centro de Formación Iberocamericana – AECID (20:00); Centro Cultural San Isidro, Plan 3000 (19:00); Casa Municipal de Cultura, Montero (19:00).

Chuquisaca: Archivo y Bibliotecas Nacionales de Bolivia, Sucre (19:00); SIPAS TAMBO, Red de la Diversidad, Sucre (19:00).

Pando: Casa de la Cultura, Alcaldia Municipal de Cobija (19:00).

Beni: Universidad José Ballivián, Trinidad (19:00).

Oruro: Centro Cultural Muro Tambo, Séptimo Ojo (Aldana, Soria Galvarro y La Plata. Sobre el muro) (19:30)

Potosí: Colegio de Arquitectos de Potosí (18:30); Centro Municipal de la Alcaldía Municipal de
Tupiza (19:00).

Tarija: CBA Centro Boliviano Americano (19:00).

El ingreso es libre en todas las salas.


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lunes, 3 de mayo de 2010

Agua con sal: pequeñas grandes historias (crítica)


Mary Carmen Molina Ergueta
¿Cómo contar las historias de varios migrantes de una sola vez? ¿Cómo –y aquí está el problema- humanizar esta historia –encarnarla, reivindicar las subjetividades que la sostienen- y distanciarla tanto como se pueda de otras? ¿Cómo, en fin, no hacer la misma película siempre que se habla de migración? Éstas podrían ser algunas de las preguntas que aparecen cuando tenemos en frente a una película que aborda el fenómeno global de la migración. Sin embargo, ahí donde existe el migrante, el ser humano concreto, el viaje único y la particularidad, ¿la globalidad apunta sólo desde la identificación?

Para Pedro Perez-Rosado, en su película del 2005 Agua con sal, se trata de hablar de ciertas mujeres, migrantes, terribles, parricidas, marginales e invisibles. Olga (Yoima Valdés), una joven cubana que llega a España con una beca de estudios en artes y que después de algunos meses se convierte en una inmigrante ilegal, es la protagonista de una historia que apuesta por algo más sencillo (y verosímil) que el balance y la denuncia del fenómeno migratorio en España. La apuesta es modesta pero fundamentalmente sincera y cabal: Olga, como muchas de las mujeres que la rodean, está sola. Sola como Mari Jo (Leyre Berrocal), una mujer que hace lo que puede (y trabaja donde y como puede) para mantenerse y mantener a su hermana en prisión, la mujer que se convirtió en la noticia del pueblo al matar a su propio padre; sola como la mujer enferma que cuida varias veces a la semana, sola como las mujeres rusas que trabajan con ella en una fábrica de muebles por menos de 2 euros al día.

Frecuentemente, las valoraciones sobre películas que abordan con mayor o menor intensidad la problemática de la migración, en el mundo en general y en España en particular, tienden a prestarle mucha atención (a veces más de la necesaria) a la fidelidad que la ficción debe guardar con la realidad, vale decir, con aquello que pasa “realmente”. Si no vivimos en carne propia cualquiera de las situaciones que un migrante o su familia experimentan, sí hemos escuchado sin fin de historias, nos hemos quedado perplejos frente a algunas noticias en la televisión y, por supuesto, hemos visto más de una película que cuente la historia de alguien sobreviviendo fuera del hogar (en el amplio sentido de la palabra). En pocas palabras, no podemos obviar lo que pasa “realmente” más allá de nuestras narices. El detalle, y en éste la particularidad de la mirada de Agua con sal, está en abordar historias particulares y no problemáticas sociales. En esta película, no se trata de enunciar un juicio sino de enfocarse en aquello que se ha vuelto mínimo para el “fenómeno” (más preocupado por solucionar los problemas de las economías): el ser humano.

Historia ante todo de mujeres, Agua con sal no busca hacerles ni un tributo ni un homenaje. La película no le debe nada a Olga, su personaje central: la manera en la que se acerca a su historia evita el juicio y crea cierta complicidad entre el espectador y el personaje desde la simplicidad de una fotografía humana desenfocada a la que nos enfrentamos para conocer a alguien. Tanto Olga como el resto de los personajes femeninos de la película se configuran como subjetividades fuera de los márgenes, desencajadas o desenfocadas, fuera de lo permitido, con un pie más allá del límite. En este aspecto, el tratamiento recuerda a Flores de otro mundo de Iciar Bollain, donde tres mujeres llegan a un pequeño pueblo en España huyendo de grandes ciudades o buscando una oportunidad fuera de las fronteras de su país.

La soledad, que es abordada en el film de Bollaín incluso desde una perspectiva más irónica, se mueve en Agua con sal sólo como un aspecto más de la tragicidad de las historias de los personajes. La construcción de un entorno frío y el minimalismo de los planos y los espacios crean una atmósfera sofocante, profunda y lacerantemente silenciosa: un lugar donde sólo la soledad transita, donde el profundo desapego y desconexión con el medio no hacen más que configurar la centralidad de cierto vacío (no existencial sino profundamente carnal y físico) en todos los personajes. Y este tal vez sea uno de los aspectos menos arriesgados de la propuesta de Perez-Rosado: uno corre el riesgo de olvidar qué es triste y qué no cuando todo parece ser demasiado trágico, cuando todas y cada una de las historias abundan en penas donde no asoman pizcas de otros tonos.

Tristísima a momentos, pero sobretodo profundamente humana, Agua con sal es una película que apuesta por las pequeñas grandes historias y que olvida deliberadamente cualquier deber de denuncia social. Ahí donde solamente están ellas, todas las mujeres de la película protagonistas de sus propias vidas, queda no una reflexión sino una canción, no la solidaridad sino una profunda amistad, no una dosis de realidad sino una conmovedora afirmación de la esperanza.


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