

María Laura Arce *
Hace una semana que las calles en Buenos Aires se ven uniformadas con el celeste BAFICI, ese celeste inconfundible que nos anticipa todo lo que está por venir.
El miércoles 7 de abril se dará inicio al Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente en su décima segunda edición. Este año el BAFICI presentará 422 películas, entre cortometrajes y largometrajes.
Después de haber revisado la programación, es inevitable no sentirse un poco aturdido y muy entusiasmado por la diversidad y cantidad de propuestas. Propuestas que se caracterizan por la presencia argentina, el Baficito, los “nuevos clásicos modernos” y una importante participación del cine chino entre mucho, muchísimo más. Sin embargo, lo que más llama la atención es que se presenta un BAFICI particularmente comprometido con las realidades sociales.
Entre las propuestas que más me llaman la atención, se encuentran los documentales chinos que hacen parte de la sección “Visiones radicales de China” y que se presentaran en el marco del ciclo Focos y Retros. Sección que también ofrece una variedad de documentales franceses, alemanes y brasileños.
Entre las películas más esperadas están, Go Get Some Rosemary de Josh y Benny Safdie ( 2009, EEUU), Police, Adjective de Cornelio Porumboiu (2009, Rumania), las dos hacen parte de la Competencia Internacional. Sin embargo, me parece que es el ciclo Panoramas y en especial su sección “Trayectorias” quienes presentan las propuestas más interesantes, entre las que podemos destacar Like You Know It All, de Hong Sang- soo (2009, Corea del Sur),Vincere de Marco Bellocchio (2009, Italia-Francia) y Yuki y Nina de Hippolyte Girardot y Nobuhiro Suwa (2009, Francia).
A sólo una semana del comienzo de este gran viaje, las expectativas van creciendo y las entradas agotándose, queremos ver lo que no se ha visto, queremos ver!
*Corresponsal en Buenos Aires de Cine con Cristal
La producción dirigida por Gil estará protagonizada por el estadounidense Sam Shepard, quien trabajó recientemente en El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, Marido por accidente y Bandidas, con Penélope Cruz y Salma Hayek. Además, formará parte del elenco el español Eduardo Noriega (El Método), quien interpretará al ingeniero de minas español con el que Cassidy hace su último viaje. "Estoy entusiasmado por hacer una película con Mateo Gil, que sea un western y además al lado Sam Shepard. Voy a ser uno de los pocos actores del mundo que ha cabalgado a Butch Cassidy", contó el actor español en una entrevista con la Agencia EFE. El actor irlandés Stephen Rea (Entrevista con el vampiro) y los bolivianos Cristian Mercado (Contracorriente), Luis Bredow (Che: Guerrilla) y Claudia Coronel completan la ficha artística del film.
Raul Beltrán (RB).- Estábamos haciendo nuestras primeras experiencias de teatro (Teatro La Puerta) en Ciudad Satélite, un barrio marginal de El Alto. Era 1976, previo a la caída de Banzer, y estábamos popularizando el Taller de Cultura Popular (TCP). En esos años de formación, cuando empezabamos a entender qué era el teatro y todo eso, se aparecieron el Padre Luis Espinal y Maritza Wilde, hoy directora del Fitaz (Festival Internacional de Teatro de La Paz). Con Luis Espinal tuvimos la experiencia de hablar sobre dramaturgia, sobre la acción, y producto de esa experiencia hicimos teatro leído, porque la idea de lo que trabajábamos con Espinal era el tono, el trabajo con el actor, eso fue muy lindo. Otra cosa interesante de Espinal fue cuando lo vi en la huelga de hambre que se instaló en el periódico Presencia (1978). Recuerdo que llegamos ahí con otro cura, el que llevó a Espinal a Ciudad Satélite, Benito Fernández. Fue entonces que alguiende Derechos Humanos llegó y dijo que el regímen iba a caer y que darían a los huelguistas el Cóndor de Los Andes. Espinal dijo “ojalá que nos lo dieran al spiedo”.
SZ.- ¿Como pedagogo, que recuerda de Espinal?
R B.- Espinal era alguien que no se guardaba las cosas para él, uno lo veía de encuadernador, de profesor, de periodista, él tenía ganas de enseñar todo lo que sabía, y por eso creo que llegó al Don Bosco en Ciudad Satélite, porque en ese entonces era lo marginal. Él estuvo ahí porque tenía ganas de enseñar.
R.B.- Sí, yo creo que su legado es el convencernos a una generación de que el cine es lindo, que hay que hacerlo, fue un animador del cine, un motivador de cineclub como el Luminaria, él tuvo mucho que ver con la creación de la Cinemateca Boliviana, mis primeras ideas que tuve de cine seguro que vienen de sus cuadernillos de cine.
RB.- Y no sé, pero como pasa con toda generación, hay tipos que siempre están animando a hacer cosas, gente que anima para pensar, además la tragedia de su muerte ha sido muy fuerte. Yo sólo lo ví en los tiempos necesarios, creo que en Bolivia compartió mucho, y con muchas personas, gente del cine, de la fe, del periodismo. Compartió siempre, sin pensar que la gente en un futuro iba a estar hablando de él. Yo creo que era como estos genios que hacen nomás, que no reparan en lo que están haciendo, él no se guardó la vida para nada, gasto la vida enseñando, “hay que gastar la vida” era algo que él siempre decía.
R.B.- Tal vez con sus propias palabras: vivir. La mayor justicia que podemos hacerle, y también a muchos mártires de la democracia, es el de hacer, hacer cosas. Si él estuviese vivo seguro que estaría trabajando con cine, pensando sobre el cine y las nuevas tecnologías por ejemplo o con alguna cosa así.
La primera impresión que uno tiene al concocerla es la de desconocerla, Isabelle Huppert es una dama muy diferente en la vida real, aquel personaje que ha construído en la mayoría de los roles que ha interpretado como actriz (en las más de 90 películas en las que ha participado), es completamente opuesto a lo que es ella cuando tiene que compartir con otros simples mortales. Ella, es una mujer francesa que nació en París y comenzó su carrera en la actuación allá por el final de la década del sesenta, sus primeras apariciones en la pantalla, tanto en TV como en cine, se remontan a principios del setenta cuando debuta en pequeños papeles, que de a poco, le valdrían el reconocimiento del público y de la crítica.
Ni ella ni él recuerdan a ciencia cierta cómo sucedió, pero lo cierto es que Huppert se ha convertido, con el pasar de los años, en la musa inconfundible de uno de los más grandes directores franceses, estamos hablando de Claude Chabrol. La relación Huppert-Chabrol tiene su origen en un aeropuerto de algún lugar en 1977, al menos ellos dicen eso, fue ahí que se conocieron o se reconocieron y fue ahí que algo de magia y química se juntaron para que podamos disfrutar de la complicidad entre director y actríz.
Si bien Hupert llevaba ya varios años de trabajo, cuando conoció a Chabrol algo cambió, los personajes que interpretaría desde ese momento la llevarían a una esfera distinta en los códigos cinematográficos de relaciones especatdor/director que la Nueva Ola Francesa ha generado desde su aparición allá por 1959. Ver una obra del director francés que fue parte de la Nouvelle Vague era de por sí ver otra cosa, es por esto que muchas veces se ha dicho que ella es una actríz de la intelectualidad, sin embargo este adjetivo se desploma cuando vemos la obra que realizó junto a Chabrol y descubrimos la dura y ácida crítica a la burguesía de todos los tiempos. Son siete los largometrajes realizados bajo este halo de complicidad etre ella y él, sin duda no es sólo un número cabalístico sino que es una demostración de una continua búsqueda, casi fetichista en el caso de Chabrol, de mostrar con Huppert diferentes facetas de complejos personajes chabrolianos. Desde Violette Nozière (Prostituta de noche, señorita de día; 1978), hasta L'Ivresse Du Pouvoir (Borrachera de poder, 2005) ella ha logrado convencer una y otra vez a su público de que es una de las mejores y más importantes actrices de los últimos años.
Isabelle Huppert no sólo ha trabajado en Francia, sino que ha podido interpretar papeles en producciones extranjeras y compartir pantalla con grandes actores y actrices, entre las que se destacan su participación junto a Peter O´Toole en Rosebud (Desafío al mundo, 1975) y con Micky Rourke en la película de Michael Cimino Heaven´s Gate (La puerta del cielo, 1980). En 2004 actúa en la película de David O. Rusell I Heart Huckabess (Extrañas Coincidencias) junto a Dustin Hoffman y Jude Law.
Además de la inmensa cantdad de papeles que ha interpretado a lo largo de su carrera, Huppert ha sabido mantener un perfil bajo sabiendosé una súper estrella del cine europeo, tal vez esto se deba a que ella no ha sido absorvida por la voraz industria de Hollywood y todo aquello que esto conlleva. La calidad e intensidad de sus interpretaciones alcanzan un plano singular en la película de Michel Haneke La pianiste (La pianista, 2001) donde alcanza, según muchos, su máxima madurez en un papel dramático, insuperable para otros, lo cierto es que ésta película reactualiza la figura de Huppert cuando empezaba el nuevo siglo y permite al especatdor soñar una vez más con ella, la bella actríz francesa.
Madamme Huppert ha trabajado incansablemente desde su debut y ha conseguido los más importantes premios – sino todos los premios – que alguien puede lograr como actríz en el mundo. Dese el Oso de Oro en el Festival de Berlín, dos Palmas de Oro en Cannes, el premio mayor en Venecia, en varias oportunidades se le ha entregado el Premio César en Francia. Nada de esto es gratuito, ella ha podido desarrollar sus personajes de una manera maravillosa en muchos de los films en los que ha participado, su trabajo ha conseguido una extraordinaria madurez con el paso de los años y es por esto que su nombre es reconocido en los más altos niveles de la cinematografía universal.
CICLO ISABELLE HUPPERT
Jueves 4 de marzo: La pianista de Michael Haneke
Jueves 11 de marzo: La Encajera de Claude Goretta
Jueves 18 de marzo: La Ceremonia de Claude Chabrol
Jueves 25 de marzo: La separación de Christian Vincent