Ocurrió. Las reuniones fueron complementarias y diversas, personales y provocadoras. Las horas, en las que nos desenvolvimos entre ideas y planteamientos entre comentarios, entre retorcidos parajes de creación, en realidad fueron 45 minutos controlados. Incontables, por lo que provocaron, por lo que nos dejaron, simplemente enriquecedor.El plan inicial nos revelaba playa para la tarde, pero la lluvia y el viento decían no hasta muy entrado el día, esa desconfianza en SanPedro hizo que el plan deviniera en libertad de acción hasta las 7 dela tarde después del almuerzo. Me arrimé a la piscina, lo hice con la convicción casi obsesiva de que mi miedo al agua es cuestión de tiempo y soledad, pasando por el enfrentamiento. De ahí la charla y la pizza en el comedor del hotel lo hizo todo, nos libero del peso, previo a ello se organizó el típico (así es desde que se hace este taller en Colón) partido de fútbol, un combinado de latinoamericanos se enfrentó al de Argentina Holanda y un Brasil desconocido. A orillas del río Uruguay en una tarde desdibujada de solo borroneada de nubes. El combinado de latinoamerica termino venciendo, a pesar de los trucos bien intencionados de algunos argentinos, bien llamado picardía criolla, la barra casi colmada (este es un delirio de espectáculo) estaba llena de mujeres, en el apoyo casi sobre determinado por los latinoamericanos, desdibujó lo que parecía una localía desbordante (nuevamente el espectáculo). La mujer que estaba cumpliendo la cuota holandesa, era Ilse Hughan, les suena Hamaca Paraguaya, ella la produjo, en una estrategia muy develada de enviarle la pelota para lograr fácil el gol, se encontraron con que nosotros marcamos con más fiereza, en un acuerdo de miradas, a ella, lo que devino en un fracaso y una perdida muy divertida. Marilia, una brasileña muy agradable y preocupada por su portuñol, entró para reforzar ese equipo argentino, pero entró de finta, nadie se lo dijo, pero también muy pocas veces le pasaron el balón. Ilse luchó contra nosotros, contra su poca pericia y logró dos asistencias y casi tres goles, logró divertirse con nosotros...como desde hace más de tres días...Al terminar cansados, embarrados y contentos repasamos las hazañas,los goles y las malas decisiones, un barullo de gente en un pueblo que vive el encuentro mundial (no estoy seguro) de gente que tiene motocicletas, ruidosas y altaneras rondan las calles a toda hora, el nuestro era uno mas de esos espectáculos para gente que empieza a comprender esa grey de los llamados turistas. juan/.
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