(LA PRENSA, BOLIVIA). El director y guionista boliviano Tonchy Antezana fue reconocido como el mejor director de película extranjera en la versión 2009 del Festival Internacional de Cine Independiente y Video de Nueva York, realizado entre el 19 y el 26 de marzo. Además, la película obtuvo las nominaciones a mejor película extranjera (drama) y mejor fotografía.
El realizador se enteró de la noticia cuando regresaba del Festival Internacional de Cine Pobre, de Cuba, donde obtuvo una mención de honor por el guión de Operación Cóndor. Código Atacama, ambientado en los tumultuosos años 70 que espera llevar a producción a finales de este año.
En el Festival Internacional de Cine Independiente de la “gran manzana”, según informó Antezana, participaron más de 400 filmes de todo el mundo, que dieron mayor valía al premio pues compitieron filmes cuyo presupuesto eran superiores por mucho al suyo ( http://nyfilmvideo.info/2009-festival-awards/2009-festival-awards-new-york-march.htm)
El cementerio de los elefantes, filme que le permitió ganar al realizador boliviano, está inspirado en la leyenda urbana de la ciudad de La Paz, donde una persona por diversos motivos resuelve acabar con su vida encerrado en un cuarto ingiriendo alcohol barato hasta provocar su fallecimiento.
Esta temática fue tocada por escritores paceños como el poeta Jaime Saenz y cuentista Víctor Hugo Viscarra, quienes inspiraron al cineasta orureño.
El cementerio de los elefantes se filmó durante 14 días y contó con la participación de actores de la ciudad del Alto.
En el Festival de Cine Pobre de Gibara (Cuba), Antezana recibió además una mención especial y el documental Humillados y ofendidos, de Javier Horacio Álvarez, Cesar Brie y Pablo Brie ganó en la categoría de Mejor Documental Hispanoamericano. Este último trabajo cinematográfico trata sobre la agresión racista que los cívicos chuquisaqueños cometieron contra los campesinos en mayo del año pasado en Sucre. En este mismo festival, el guión de La muerte de Atahuallpa del desaparecido videasta y fotógrafo boliviano Pancho Cajías obtuvo una mención.
Boquerón, el último proyecto de Tonchy Antezana, ha sido seleccionado, junto con otros siete proyectos bolivianos, para participar del primer encuentro de producción y coproducción en Bolivia, el Bolivia Lab, a realizarse en junio de este año.
2 comentarios:
Un cálido y estruendoso aplauso para los ganadores!!! y ya me apunté el nombre de todos estos films para ver si consigo verlos!!. Gracias como siempre por traernos lo mejorde nuestro cine... porque es nuestro también siendo vecinos!!
Excelente fin de semana y me voy contenta con el reconociemiento de los realizadores.
Es un filme estupendo. Juvenal es un desesperado dipsómano que busca su muerte en un emblemático "cementerio de elefantes": baldes de aguardiente que consume hasta agonizar aprentando con su mano derecha el único regalo que recibió en su infancia de parte de su madre: escena que remite al espectador al trineo de "Citizen Kane". Con detalles místicos (la invocación a Dios en el entierra de una prostituta, la edad de Juvenal es la de Cristo, la traición a su amigo tiene aristas de Roberto Arlt (gran escritor argentino) y se suma a la frase de que "traicionamos a quien amamos, la ceremonia final de enterrar a un hombre en el cimiento de un edicifio --una costumbre, se dice, habitual ya que cada edificio paceño contiene el alma de un indígena--)enriquecen esta historia cruel, sugestiva con una bellísima música de fondo. Es el hombre marginal de La Paz olvidado por las instituciones )religión, policía, autoridades) que sólo desea agonizar porque no desea recordar cómo ha elaborado su destino (otro razonamiento filosófico que el protagonista divaga en su miserable prisión. Me sorprendió este excelente filme boliviano, es el cuarto que veo de esta procedencia (sin contar las películas clásicas de Jorge Sanjinés). Insólito, incisivo, tal vez con una fotografía algo desprolija en la compaginación, pero que no hace mella a las virtudes resultantes. Felicitaciones, Antezana. Siga así, personal, libre, sin atajos ni subrayados.
Hernando Harb
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